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Tu atención ¡tan codiciado tesoro!


Hoy quiero compartir con ustedes algo que me ha dejado fría hace más de una semana. Fue un asalto energético que me tomó totalmente por sorpresa y que logró captar mi atención y afectarme.

Comenzaré y terminaré diciendo que la atención es una de las cosas más valiosas y poderosas que podemos ofrecer a alguien. En la relación de pareja por ejemplo, es una muy valorada manera de sentirse amado y amar al otro. Brindar tu atención al otro es como abrir una mágica puerta de nuestro campo energético ante la energía de una persona, una información una entidad, un ambiente, una escena, una idea o una cosa. No es tan fácil tener el dominio sobre esa puerta, pues los seres humanos todavía estamos en un nivel de conciencia colectivo en el que hacemos eso y muchas cosas más de manera inconsciente. Por suerte estamos avanzando y nos vamos haciendo cada vez más conscientes de la importancia de la gestión de nuestros pensamientos, emociones, tiempo y energía vital. Actividades como el Yoga, la Meditación y el establecimiento de prioridades son de mucha ayuda para ello.

Pero, ¿y qué pasa si ya hemos abierto la puerta? Entonces habrá que observar, sentir, revisar si esa energía que hemos dejado entrar a nuestra vida, a nuestra esfera energética es una energía positiva, elevada, agradable, benéfica, útil para nosotros o si es una energía invasiva, pesada, desagradable o que nos daña. Y lo más importante es ser bien conscientes de que entre más atención le demos a esa energía, positiva o negativa, más entra, más poderosa se vuelve y más nos roba nuestra energía. Así que cuidemos muy bien a qué o a quien le abrimos la puerta y le brindamos nuestra atención.

En mi caso ha sucedido lo siguiente. Un conocido mío de origen alemán me pidió ir a visitar una mujer mayor amiga suya, argumentando que estaba muy enferma y que como a ella le habían hablado muy bien de mí, ella quería conocerme. En principio dije que sí, que un día de estos podría ser… pero como me parecía un poco raro, le hice algunas preguntas y me contó sobre ella, por ejemplo, que si está enferma es porque está ayudando a sanar el dolor de la madre tierra, que vive todo el tiempo en el plano espiritual y que es la (“mismísima”) encarnación de Quetzalcóatl. Solo con eso comencé a hacer conexiones y pronto supe de quien se trataba en realidad.

Desde hace años aquí en la isla de la Palma ha habido una secta que se hace llamar “los ángeles”, y su “gurú” es precisamente esa mujer de origen suizo, quien ha captado, o mejor dicho, capturado, la atención y fe de algunos chicos buscadores que, desde mi punto de vista, son bastante ingenuos aún; todos ellos extranjeros. Un conocido amigo, vecino mío, quien estuvo algunos años en esta secta nos fue contando durante el proceso que atravesó, que cuando “despertó” y tomó conciencia de que había estado viviendo bajo una especie de hechizo engañoso, se quiso liberar de ellos, pero no le fue nada fácil; él entró a la secta muy jovencito y en su ingenuidad, invitó a vivir a toda la gente de la secta en su casa, una casa grande de vacaciones que pertenecía a sus padres, quienes vivían en Noruega. Vivieron ahí más de cinco años y le costó más de dos años de juicio legal hasta lograr echar a esta gente de aquella casa que sus padres le habían confiado. La cosa es que tanto él como otras personas me han comentado ya otras historias de personas a quienes les ha costado bastante reponerse del robo energético del que son víctimas tras caer en la trampa de acceder a visitar a esta mujer. Dudo incluso que la gente de la secta sea consciente de lo que pasa; ellos creen y tienen fe en que ella realmente es una verdadera maestra espiritual y casi deidad.

Inmediatamente sentí y supe que no iría a visitarla en absoluto. Así que le informé amablemente a quien me había invitado que había decidido no ir. Y le dije la verdad, que era amiga de este chico noruego y que prefería no ir. Entonces, su pareja, una chica alemana que participa también de esta “fe” me insistió y tuve que ingeniármelas para, con mucho tacto, negarme nuevamente.

Pues resulta que, curiosamente, la mañana siguiente me levanté, me dirigí al baño para ducharme y al abrir la puerta vi que el tapete de lana blanca que tengo ahí, estaba arrugado,… como si un gato hubiese jugado con él, pero yo nunca dejo entrar a mi gata a la habitación y menos aún que se quede a dormir conmigo. Así que pensé “igual no me fijé y se coló o algo así”... pero, a la mañana siguiente, me encontré con lo mismo. Esta vez el tapete estaba doblado en dos exactamente ¡y eso ya era mucho más raro! Así que esa noche observé con mucha atención como dejaba la alfombra al salir del baño (bien puesta por supuesto). Pues a la mañana siguiente ¡lo mismo!...medio doblado y torcido. Pues como te podrás imaginar, comencé a asustarme y esa noche apenas si pude conciliar el sueño ya que además, escuché unos ruidos nocturnos muy raros en el baño; y por la mañana vi que el tapete estaba movido otra vez!

¡Era suficiente! ¡Demasiado!... Le pedí ayuda a un terapeuta muy amigo mío, quien se dedica a la terapia regresiva (y quien me ha enseñado mucho de este campo). Hicimos una sesión para ver o descubrir, desde un estado profundo de conciencia, cuál era la causa de lo que pasaba en el baño... Menos mal que durante la terapia de regresión uno observa todo como si fuese una película y en modo desvinculado de la escena. Y pude ver que se trataba de una entidad parecida a un hada o algún tipo de extraterrestre color verde, casi trasparente, que venía a hacer "travesuras" en el baño. Me vino también que era bajo órdenes de aquella mujer (o mejor dicho, de la entidad que a ella la posee).

Entonces me quedó mucho más claro el motivo de ese “ataque”, pues al parecer era una especie de “venganza” que al mismo tiempo generaba alimento emocional para ser "robado". Y es que al comenzar a sentir miedo, irradié vibraciones de energía de baja frecuencia, las cuales son alimento energético para las entidades que existen en el plano astral inferior; otros “alimentos” que los seres humanos les ofrecemos son la rabia, la envidia, el resentimiento, la culpa, la prepotencia, la crítica destructiva o la tristeza. De igual modo, existen entidades de luz y energía angélica que habitan en el astral superior y son atraídas por las vibraciones de alta frecuencia, como los sentimientos de nobleza, compasión, generosidad, bondad, altruismo, honestidad, alegría, serenidad o gratitud.

Durante una sesión de hipnosis, uno puede comunicarse con otras almas o entidades, cortar vínculos o sentir y comprender la causa de un problema a través de preguntas guiadas (es un poco parecido a lo que sucede durante las constelaciones familiares), así que lo que hice fue, previa conexión con mi esencia divina, dirigirme a aquella entidad, con mucha firmeza y en voz alta, pero sin miedo ni ira, sino en equilibrio y con neutralidad contundente, y exigirle que salga inmediatamente de mi espacio, de mi casa, de mi campo energético y claramente prohibirle volver. En ese momento, efectivamente la vi salir y desaparecer. Ese día limpié también a fondo el cuarto de baño, ahumé con incienso de copal y sándalo, y canté un mantra (Om Triam Bakam) para limpiar cualquier rastro de energía negativa que pudiese quedar. Y en efecto, todo volvió a la normalidad.

Para mí, esta experiencia ha sido una prueba que consistió en ser capaz de temer lo menos posible aquellas noches, reto que me resulto muy difícil ya que es la primera vez que me pasa algo así. Y fue muy curioso observarme y poder sentir con claridad como una parte de mí seguía muy alerta y la otra sentía confianza y certeza de que todo estaba bien y “limpio” otra vez. Era como un tironeo interior entre mi cerebro instintivo y mi neo córtex cerebral… que por fortuna duró poco.

Una gran ayuda me llegó en forma de un sueño la segunda noche después de la terapia: estaba asociada a mi cuerpo, volaba o veía un cielo con nubes azul-violeta, de pronto un relámpago lo iluminó todo y en el mismo momento que brilló su luz, me llegó un mensaje al pensamiento “…discúlpanos por haber llamado tu atención de este modo, era necesario polarizarte hacia la luz en este momento. Meditar, debes meditar para poder hacerte llegar un mensaje. Basta con que con tu intención decidas evocar y conectar con la fuente de luz más pura y de alta vibración a la cual tienes acceso través de tu corazón. Simplemente decide enfocarte en la luz y estarás ahí.” Y si, era verdad que desde hacía algunas semanas por estar tan concentrada y ocupada con asuntos de trabajo, no había podido meditar como lo solía hacer. Pues después de este sueño he podido dormir muy bien otra vez. Y me ha quedado más claro que el agua que es muy muy importante nuestro enfoque. De ahí que he querido compartir esta vivencia y este mensaje contigo en este post, confiando en que de alguna manera este relato dejará saber esto dentro de ti: Tu atención es un muy valioso y codiciado tesoro.

¿Por qué crees que anunciar algo en una revista famosa o en televisión cuesta tan caro? Las empresas lo que compran son valiosos minutos durante los cuales millones de personas “abren la puerta” y dan su atención en simultáneo.

El alma es sabia… y la vida nos trae a cada uno las experiencias que necesitamos. En mi caso, esta experiencia ha sido una prueba y al mismo tiempo un valioso regalo para poder recordar y anclar en mí, con conciencia, la importancia vital que tienen el enfoque y la atención. Esta experiencia me deja saber que al enfocarme en la luz que soy, tendré acceso a la seguridad, confianza y poder de hacer respetar mi energía y mi espacio, que mi palabra tiene poder creador, y que toda sombra se ha de retirar y desvanecer ahí en donde haya amor y luz en forma de altas frecuencias de pensamiento y emoción deliberadamente activados.

Don Juan Matus le dijo a Carlos Castañeda en su libro El lado Activo del Infinito: "Ahí en donde pones tu atención, en eso te conviertes".

Laura Camacho

Coach Transpersonal


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