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21 de diciembre 2020: El verdadero Gran Reset


Este 21 de diciembre cruzamos el gran umbral. Las manecillas del reloj marcan “la hora cero” señalando el inicio de un nuevo periodo de 200 años. El acontecimiento será a las 18:00 (UT) / 19:00 de España de manera exacta o partil: se trata de la gran conjunción Júpiter-Saturno a cero grados de Acuario, signo astrológico correspondiente al elemento Aire y regido por Urano, planeta de los grandes cambios.



Es una confirmación del inicio de la era de Acuario que traerá a la humanidad una nueva conciencia y un nuevo orden. Con Acuario, la promesa de cambio es segura aunque, tomando en cuenta que Saturno sigue siendo “el señor del karma” y que Plutón se queda un par de años aun en Capricornio, podría no ser inmediata sino ser una transición gradual que incluso, al inicio, podría parecer no distar demasiado del “nuevo orden mundial” que parcialmente se ha impuesto durante este año a partir de la gran conjunción Saturno-Plutón, que se dio el 12 de enero en el signo de Capricornio y que fue el pistoletazo de salida para la prueba iniciática en la que aún nos encontramos sumergidos a nivel global.


La buena noticia es que esta gran conjunción Júpiter-Saturno que se da este año 2020 no trae una energía muy distinta a la de la conjunción Saturno-Plutón. A continuación observaremos cuatro motivos o fundamentos principales que nos dicen que este acontecimiento celeste nos traerá algo muy nuevo y muy diferente:


1. Traerá una fuerte carga de energía Acuario-Urano


Esta conjunción implica el inicio de un nuevo gran ciclo que viene impregnado con la energía de Acuario (signo zodiacal regido por Urano), lo cual significa que se manifestará una energía y un ambiente muy diferentes a los que se han manifestado con la concentrada energía de Capricornio (signo regido por Saturno) que hemos vivido de manera tan intensa y restrictiva durante el 2020. Y, aunque algunos astrólogos tradicionales adjudican a Saturno la regencia del signo de Acuario, a través de la Astrología moderna se ha podido comprobar que esto se debió a que, en la antigüedad, a falta de telescopios, la gente creía que nuestro sistema solar tenía únicamente siete planetas y que Saturno era el último. Más tarde, esta cosmovisión cambió radicalmente con el descubrimiento de los tres planetas “transaturninos” o transpersonales: Urano, en la foto abajo (descubierto el 13 de marzo de 1781), Neptuno (descubierto el 23 de septiembre de 1846) y Plutón (descubierto el 18 de febrero de 1930).



A nivel individual, es sorprendente observar las similitudes que existen en el comportamiento de aquellas personas que poseen una fuerte energía Acuariana o de Urano en sus cartas natales: el Sol, la Luna o el Ascendente en Acuario o conjuntos a Urano, o bien, más de tres planetas personales en Acuario. El comportamiento y el sentir que ellas manifiestan suele ser muy poco convencional, independiente, rebelde, despreocupado, aunque con una tendencia a trabajar por el bien común o grupal (por supuesto, desde su filosofía) lo cual les lleva muchas veces a probar ideas inteligentes, innovadoras y creativas, pero también a romper las reglas y las normas sociales aceptables establecidas.


Luego, a nivel colectivo, podemos echar una mirada al pasado para ver como se ha manifestado la energía Urano-Acuariana. Si viajamos por ejemplo a revisar el estilo de vida en Europa hace unos dos mil años… y luego viajamos a mirar cómo era mil años después y luego damos un salto a mirar cómo era hace unos trescientos años (alrededor de 1700), nos daremos cuenta de que si bien hubo cambios importantes, el estilo de vida para la gente común de alguna manera seguía siendo similar (si pensamos por ejemplo que no fue sino hasta 1879 cuando la humanidad tuvo acceso a la luz eléctrica).


Pero fue a partir de 1781 cuando aconteció un importantísimo evento que dejó en evidencia que la humanidad estaba preparada para vivir cambios radicales a todos los niveles: William Herschel descubre el planeta Urano con un telescopio y no mediante la trayectoria observada en el cielo (como habían sido descubiertos los planetas conocidos hasta ese momento).


Fue en ese momento cuando se gestaron una serie de eventos que cambiarían el rumbo de la historia humana: la revolución de independencia norteamericana (1775-1783), la revolución francesa (1789), la revolución industrial (1760-1840) y el comienzo del romanticismo (1770). Todos estos eventos estaban impregnados del espíritu Uraniano o Prometéico que, en esencia, implicó la defensa de la libertad humana y de la autodeterminación individual, ambas cualidades muy propias del signo zodiacal regido por Urano, Acuario.


Un ejemplo de ello fue la primera aparición del feminismo moderno, que se dio durante “la primera” oposición de Urano y Plutón (a ojos de la conciencia humana) durante la revolución francesa (1787-1798), periodo durante el cual se publica en Francia en 1792 el primer manifiesto comunista “Vindicación de los derechos de la mujer” de Mary Wollstonecraft: “No aspiro a que tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas”. Continuando con el ejemplo del movimiento feminista, podemos observar que más adelante, durante la siguiente oposición Urano-Putón (1896-1907), surgió el movimiento sufragista femenino, una ola de actividad militante que implicó cambios históricos de extrema importancia como la entrega al parlamento británico de una petición con 37,000 firmas en la que se exigía que las mujeres tuviesen también derecho a votar (¡hoy en día, tan difícil como indignante imaginar que las mujeres no tuviésemos ese derecho!). Y ha sido gracias a la poderosa energía de Urano es que tales cosas han sido posibles.


“Se reunieron por primera vez las pioneras feministas y redactaron un manifiesto que imitaba y corregía la Declaración de Independencia de Estados Unidos. En él sustituyeron las palabras "Reino Unido" por "varones" y "colonias americanas" por "mujeres". Culpaban a los varones por la situación indigna que la historia les había deparado, y en su manifiesto exigían derechos civiles, aquellos que les permitieran apropiarse de su destino.”

Carmen de la Guardia, profesora de Historia en la Universidad Autónoma de Madrid.



Mas recientemente, durante los años sesenta, la humanidad ha vivido otra época también marcada por la poderosa y libertaria energía de Urano, cuyo apogeo fue el alunizaje del Apolo 11, que coincidió con el momento en el que Júpiter hacía una triple conjunción con Urano y Plutón. Tres semanas después de esta hazaña científico-tecnológica, tuvo lugar uno de los festivales musicales más grandes y representativos del espíritu acuariano contracultural que marcó un hito en la historia moderna de la humanidad: el festival de Woodstock, al cual asistieron casi medio millón de personas. No cabe duda que esta fue un gran paso para la humanidad que permitiría experimentar una gran liberación, rebeldía, revolución sexual, locura, drogas & el surgimiento del Rock como género musical y, sobre todo, como grito de expresión libertaria.


Cartel original de Woodstock 1969 (izquierda).



2. Esta conjunción involucra a Júpiter


Júpiter (regente de Sagitario) es un planeta benéfico por excelencia, considerado durante siglos una “buena estrella” que brinda suerte, abundancia, expansión, oportunidades, éxito, optimismo y nuevos horizontes a conquistar entre otras cualidades. Y, al estar en el signo de Acuario, expandirá todas esas cualidades revolucionarias, creativas, rebeldes y emancipadoras de su regente ya que el principio prometeico asociado a Urano parece catalizar y liberar este impulso jupiteriano en formas inesperadas e innovadoras. Revisando la historia de la libertad humana, encontramos por ejemplo La Toma de la Bastilla y la Caída del Muro de Berlín como hitos enmarcados en el ciclo Júpiter-Urano.


Así que nos esperan tiempos intensos a lo largo de prácticamente todo el año 2021, ya que tendremos una potente cuadratura que hará Urano en Tauro a Júpiter-Saturno en Acuario, la cual, por si fuera poco, se verá potenciada por Marte (que suele ser un activador) conjunto a Urano. Con algunas pausas en verano, esta cuadratura nos traerá muy probablemente profundas alteraciones e imprevistos a todos los niveles, mucha incertidumbre, brotes de rebeldía, revoluciones y, en definitiva, la irrupción de algo nuevo. Lo veremos… ya sabemos que a Urano le encantan las sorpresas inesperadas.




3. Es el inicio de un nuevo gran ciclo de 200 años de duración


Esta conjunción marca el inicio de un nuevo ciclo de conjunciones Júpiter-Saturno que se darán (en su gran mayoría) en signos zodiacales correspondientes al elemento Aire (Géminis, Libra y Acuario). Durante los últimos 200 años, Júpiter y Saturno han estado haciendo conjunción prácticamente en signos del elemento Tierra (Tauro, Virgo y Capricornio). Este elemento es de naturaleza material e implica procesos lentos, metódicos y enfocados en la creación de estructuras fijas y duraderas a largo plazo.

Da mucha importancia al materialismo y hace predomine lo tangible sobre lo abstracto e invisible.


Con esta actual conjunción Júpiter-Saturno en Acuario, comienza una serie de conjunciones Júpiter-Saturno en signos de Aire (Géminis, Libra, Acuario), lo cual nos traerá durante los próximos 200 años una predominancia del elemento Aire: ya no será tan importante la materia como la información, habrá cambios rápidos e inesperados, la evolución de la tecnología y las ciencias se acelerará, la digitalización será la base del funcionamiento social (por ejemplo, el dinero se volverá digital) y se manifestarán proyectos y teorías futuristas que hasta ahora habían sido solo ideas (Urano en Tauro contribuirá a ello). El espíritu prometeico de Urano bajará a la tierra y ofrecerá a los seres humanos “el fuego de los dioses” en forma de un impulso evolutivo a nivel de civilización y de alma humana.




4. Esta vez la conjunción es muy cerca y brillará como la estrella de Belén


Aunque estos dos planetas se encuentran en esta posición cada 20 años, la conjunción de 2020 es muy especial ya que han pasado casi 400 años desde que ambos estuvieron tan cerca el uno del otro (en 1623) y unos 800 años desde que su encuentro es visible en el cielo nocturno. Esto se debe a que las órbitas de los planetas de nuestro sistema solar no son perfectamente circulares ya que son elípticas, provocando que la distancia pueda variar cuando se cruzan. Esta conjunción Júpiter y Saturno es única porque estos planetas estarán esta vez mucho más cerca que durante la mayoría de las conjunciones de los últimos siglos, lo cual desde el punto de vista astrológico significa que será más poderosa e intensa. Por tal motivo será bastante visible y brillante en el cielo nocturno, al igual que la estrella de Belén, que según los astrónomos modernos, esta estrella se trataba nada más y nada menos que de la conjunción Júpiter-Saturno en el signo de piscis (de ahí que Jesús de Nazareth y el Cristianismo se asocien al símbolo del pez)… ¿Será que estos tiempos “apocalípticos” nos anuncian el regreso de Cristo, esta vez “no como el cordero sino como el León”?



En síntesis, podemos deducir que este 2021 será un punto de inflexión y la inauguración de un nuevo gran ciclo que traerá a la humanidad grandes cambios que cambiarán muy evidentemente nuestra realidad. Algunos llegarán de manera inmediata y otros serán más paulatinos. Algunos serán invisibles y otros serán muy visibles dado que esta conjunción sucede entre los dos planetas “sociales”, es decir, generará cambios profundos y la reestructuración de reglas y normas sociales (Saturno en Acuario), institucionales y gubernamentales que tendrán impacto sobre todos nosotros.


Sin embargo, es importante que tengamos muy presente que Acuario, aunque es un signo que se torna muy rebelde y revolucionario cuando se trata de defender la libertad, luchará cuando sea necesario hacerlo y será por el bien de todos y como servicio a la humanidad. Urano, su regente, es la octava superior del planeta Mercurio y se asocia con la mente superior (en Cábala, Urano es el más próximo a Dios). Ouranos es el dios primordial del cielo, cuya relación con la diosa Gea forma parte del mito griego de la creación. El arcángel Miguel está también asociado con esta energía (su color es el azul eléctrico). De ahí que se asocie a Urano con el rayo y con la electricidad. De modo que habrá también una gran disposición por parte de la ciencia y de la nueva religión a descifrar el funcionamiento y la interconexión que existe entre cuerpo, mente y espíritu. Nuevas revelaciones en torno a la energía, la vibración y su correlación con lo metafísico saldrán a la luz.


Que los cambios que este nuevo ciclo sean para tu mayor bien y el de los tuyos.

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Un abrazo del alma,


Laura Camacho

Astrologia Humanista & Coaching Transpersonal

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